La OMS (Organización Mundial de la Salud) asegura que los trastornos músculo-esqueléticos son causa frecuente de discapacidad. De hecho, el dolor lumbar es la causa que más vemos en el mundo. Estas patologías no solo las sufren personas mayores, sino que se da tanto en jóvenes como en niños y pueden afectar a articulaciones, huesos, músculos, columna vertebral e, incluso, a varias regiones del cuerpo a la vez. Aunque pueden tener diversos orígenes, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el trabajo explica que su origen laboral es el más frecuente.
Sin duda, dedicar un tiempo a preparar tu cuerpo para afrontar las actividades diarias, ayudará a reducir la aparición de este tipo de molestias. Pero la pregunta es: ¿cómo podemos hacerlo? ¡El entrenamiento funcional es la clave! ¡Atentos a este deporte de moda! ♀
Este concepto, un tanto ambiguo, lo han puesto de moda muchos centros deportivos presentándolo como otra disciplina útil para todo tipo de personas ya que se adapta a la edad y al nivel físico de cada uno. Centrándonos solamente en el significado de «funcional» ( según la RAE), podemos saber que es un deporte que busca la utilidad práctica del entrenamiento para aplicarla a un objetivo, en este caso, a mejorar de forma positiva nuestras actividades cotidianas o incluso las de un deporte específico.
Origen y aplicación
Su primera aplicación surgió como parte de procesos de rehabilitación de lesiones, en los que el objetivo principal era recuperar la movilidad que se había perdido y acelerar la fase de recuperación para que el paciente pudiera volver a sus tareas y trabajo lo antes posible. Además, algunos estudios ven este entrenamiento lúdico beneficioso en personas mayores. Actualmente, ha ido creciendo como disciplina y ahora es tan popular que se ha convertido en una nueva forma de entrenar el cuerpo fuera de los deportes convencionales. Hoy en día, los programas de entrenamiento funcional, han evolucionado hacia ejercicios mucho más completos donde la tendencia, además de terapéutica, es también fitness. En este estudio podemos ver como es una de las tendencias fitness más utilizadas dentro de España.
De forma general, este tipo de entrenamiento, tal y como resumen en este estudio, trabaja el control sobre el cuerpo, el aumento de la resistencia y la tonificación muscular mediante ejercicios basados en movimientos habituales que involucran a varias cadenas musculares y no solo a músculos aislados. En resumen, esta disciplina nos va a enseñar cuál es la forma correcta de realizar patrones de movimientos o posturas corporales para que puedan ser reproducidas en nuestro día a día sin que provoquen daños o lesiones en nuestros músculos y articulaciones.
¿Cuáles son sus beneficios? ✅
- Apto para cualquier persona: se adapta a cualquier edad o nivel de actividad.
- Fortalece los músculos del core: estabiliza la columna vertebral.
- Mejora la postura del cuerpo: entrena el equilibrio, la propiocepción y la coordinación.
- Reduce las lesiones: entrena correctos patrones de movimientos de la vida diaria.
- Buena adherencia al programa: ejercicios distintos y dinámicos.
- Mejora la movilidad articular.
¿Qué tipos de ejercicios o programas podrás encontrar?
Los ejercicios son casi infinitos y se pueden realizar con el propio peso del cuerpo o incorporando materiales como cuerdas, gomas elásticas o elementos pesados de resistencia que se ajusten siempre al nivel de cada persona. Caminar, saltar, subir, bajar, equilibrios con un apoyo, levantar cargas… serán algunos de los ejercicios que vas a realizar en cualquier entrenamiento funcional y que simulan nuestros movimientos diarios. Además, ¡mezclar movimientos explosivos con otros más lentos será otro punto muy interesante y efectivo!
Un ejemplo de tipo de entrenamiento podría ser un circuito que combine distintas estaciones de una duración determinada con reducidas pausas entre unas y otras. Se trabaja mucho a nivel cardiovascular y se puede realizar en grupo, ¡mucho más divertido! Te recomendamos que cada sesión de entrenamiento esté guiada por un profesional de la salud especializado.

Alimentación complementaria al entrenamiento funcional
La alimentación debe basarse en una dieta saludable y adaptarse siempre a tu objetivo de entrenamiento, ya sea bajar de peso, aumentar, tonificar o simplemente mantenerse en forma. Los siguientes ejemplos de comidas pueden servirte como base para tener una idea del tipo de alimentación que te hará sentirte sano y fuerte:
Desayuno: una pieza de fruta entera, tu bebida vegetal favorita con café y un delicioso porridge de avena sin azúcares.
Almuerzo: un puñado de almendras o nueces.
Comida: Verduritas con arroz con curry amarillo y ¿qué tal un filete de pescado blanco con salsa de pesto? De postre puedes variar entre un lácteo o una fruta entera.
Merienda: Si ya se ha realizado el entrenamiento, recupera con algo de proteína, ya sea tu suplemento deportivo favorito o una tosta de pan integral con atún natural.
Cena: Unas brochetas de pavo o pollo y una guarnición de brócoli bien aliñado con… ¡un toque de pimentón!
Acciones tan rutinarias como subir escaleras con las bolsas de la compra o coger objetos pesados del suelo para colocarlos en las estanterías de tu cocina ¡pueden resultar perjudiciales para nuestra salud corporal si no las realizamos de forma correcta! Aprender un buen comportamiento postural será imprescindible para prevenir las posibles lesiones que pueden aparecen en nuestra vida diaria.
Revisado por: Andrea Báguena Campos.
29/06/2020

Experta en Nutrición, Dietética y Cuidado Personal.
Nutricionista y divulgadora. Andrea se graduó en Nutrición y Dietética por la Universidad Complutense de Madrid y, posteriormente, se especializó en la Nutrición Personalizada y Comunitaria con un Máster en la Universidad de Valencia. Pero su auténtica vocación ha sido la divulgación siempre con el objetivo de llevar su know how sobre la buena alimentación al público general.