Bien es sabido por todos, que este exquisito manjar no se caracteriza por una forma de cocinado saludable, ni por ser bajo en grasas, y mucho menos por tener bajo contenido en calorías.
Por eso, hoy te enseñamos la forma de convertir esta delicatessen en una versión más saludable, pero no por ello menos ¡apetecible!
Croqueta es una palabra que deriva de la palabra francesa croquer, la onomatopeya de «crujir». De croquer pasamos a croquette y de ahí a croqueta. |
Está claro que es difícil superar la receta “de la abuela” o de “mama”, pero en la siguiente reunión familiar, seguro que tus croquetas no dejaran indiferente a nadie. ¡Toma nota!
El secreto está en el interior:
Olvídate de los fiambres, embutidos o quesos muy curados… Vamos a decantarnos por verduras u hortalizas, algún pescado o cereales integrales. Imagina unas croquetas con corazón de brócoli, zanahoria, salmón o avena… ¿Suena delicioso verdad?

Además, la bechamel ligera que las acompaña, con bebida vegetal o leche desnatada, junto con una harina integral de quinoa o legumbre, le proporcionará una agradable textura y sabor. En cuanto al aceite, puedes usar aceite de oliva virgen extra, aceite de lino o de sésamo.
El exterior también importa:
Harina, huevo y pan rallado, es la forma más tradicional de cocinar las coquetas. Hoy daremos paso a los copos de quinoa, avena o harina integral con semillas y/o frutos secos. Convirtiéndose en tus mejores aliados para evitar las harinas refinadas y dar lugar a un rebozado rico en fibra, con mejores nutrientes y ¡sin renunciar a una textura crujiente!

¿Sin fritura?
Si, si…has leído bien. Una alternativa saludable para evitar sumar muchas grasas y calorías innecesarias a nuestra receta saludable, es cocinarlas al horno, ligeramente aceitada y dando la vuelta a mitad de cocción para obtener un dorado homogéneo. Otra opción es cocinarlas en una sartén antiadherente, con muy poco aceite.
El resultado final es…
Un interior lleno de aroma y sabor, un rebozado con más fibra, y una forma de cocinado mucho más saludable.
¿Sabías que…?
Las croquetas nacieron en la corte de Luis XIV de manos de Antonin Carême, un cocinero francés que decidió sorprender en el banquete para el príncipe regente de Inglaterra y para el Archiduque de Rusia este plato al que denominaba croquettes à la royale, un exquisito manjar propio de la nobleza.
Son muchos los que se sorprenden al saber que la croqueta no ha nacido en España, pues esta parece un plato típico de nuestro país por lo frecuente que resulta verla en nuestra mesa. Pero lo cierto es que aún tardaron en llegar a España tras su aparición en Francia.


- - 200gr de setas variadas
- - Una trufa
- - 1 cebolleta
- - 2 cucharas de aceite de oliva extra virgen
- - 1 vaso de bebida vegetal
- - Sal e pimienta
- - 1 huevo
- - Harina integral y semillas de chía para el rebozado
- -Sofreír en una sartén la cebolla y las setas picadas.
- -Incorporar los copos de avena, poco a poco la bebida vegetal, y por último salpimentar y rallar la trufa.
- -Dejar enfríar esta masa.
- -Coger tres platos y poner en uno el huevo batido, en otro la harina integral y en el último las semillas de chía.
- -Dar forma a la masa y pasar por cada uno de los platos.
- -Introducir en el horno previamente calentado a 200oC durante 15 minutos.
- -¡A disfrutar!

Biólogo experto en Nutrición, Dietética y Cuidado Personal.
Nuestro biólogo experto en nutrición y fitoterapia, brilla por su naturaleza curiosa e inconformista. De hecho, cuenta con titulaciones de la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Valencia, la Universidad Rey Juan Carlos, la Universidad Antonio de Nebrija y la ESIC. Alberto mantiene siempre el foco puesto en la investigación, el desarrollo y la innovación de la industria farmacéutica y alimentaria para estar a la vanguardia del sector.