Existe el falso mito de que los huevos marrones son más naturales y nutritivos que los huevos de color blanco, pero la realidad es que LO ÚNICO QUE DIFERENCIA A AMBOS TIPOS DE HUEVOS ES SU COLOR.
Que un huevo sea blanco o marrón, solamente depende de la raza de cada gallina. Es tan simple como que las gallinas con plumaje marrón ponen huevos morenos y las gallinas con plumaje blanco ponen huevos blancos. Por lo demás, no hay ningún tipo de diferencia nutritiva ni organoléptica entre las dos variedades.
Entonces, ¿Por qué está tan extendido el mito de que los huevos morenos son más sanos? y ¿por qué en el “súper” solo encontramos huevos de este color?
Desde hace algunos años, prácticamente en todos los supermercados solamente podemos encontrar huevos de color marrón. Pues bien, la razón no es ni más ni menos que un motivo meramente comercial. Se venden mejor y por eso están ahí.
Las gallinas marrones tienen un tamaño un poco más grande que las blancas y por ello era mucho más común que la gente de los pueblos las criara en el campo, en “semi-libertad”, mientras que las blancas al ser más pequeñas era la variedad que se utilizaba más a menudo de forma industrial. Poco a poco los usuarios empezaron a asociar los huevos de color marrón como algo más sano y natural, de modo que empezaron a venderse mejor y estar más valorados.
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A día de hoy abundan los huevos morenos, pero si de repente un días estás haciendo la compra y te encuentras con huevos blancos, no les temas y dales una oportunidad, ¡TIENEN LAS MISMAS PROPIEDADES Y SON IGUAL DE SALUDABLES! ??
Carla es licenciada en nutrición y dietética especializada en hábitos alimenticios saludables.
