La inulina es un polisacárido no digerible que se encuentra de manera natural en muchas plantas, principalmente en raíces y rizomas. La inulina comercial suele extraerse de la achicoria.
La inulina está formada por cadenas lineales de fructosa unidas por un enlace beta (2-1), los polisacáridos con estas características se denominan de forma general fructanos. Los fructanos más conocidos son la inulina, la oligofructosa y los fructo-oligosacaridos (FOS). La inulina es un término general para los polímeros de fructosa de mayor tamaño, mientras que la oligofructosa y los FOS son moléculas más pequeñas, generalmente de menos de 10 moléculas de fructosa. La oligofructosa y los FOS son muy parecidos pero presentan ligeras diferencias estructurales y varían en su origen. Mientras que la oligofructosa proviene de la hidrólisis de la inulina, los FOS provienen de la modificación de la sacarosa con enzimas microbianas.
El cuerpo humano carece de las enzimas necesarias para degradar los enlaces beta(2-1) entre las moléculas de fructosa, por lo que los fructanos no pueden ser digeridos ni absorbidos en el intestino delgado y son considerados fibra dietética soluble. Por el contrario, sí son fermentados por la microflora intestinal del intestino grueso y del colon (probióticos), esta fermentación produce grandes cantidades de ácido láctico y ácidos grasos de cadena corta (ácido acético, propiónico y butírico) reduciendo el pH del medio intestinal e inhibiendo el crecimiento de bacterias patógenas como E. coli, Clostridium, Listeria, Shigella o Salmonella.
Mientras que los fructanos más pequeños como la oligofructosa o los FOS son metabolizados por las bacterias en el comienzo del intestino grueso, la inulina alcanza zonas más alejadas del intestino para poder servir como nutriente de las bacterias beneficiosas a lo largo de una mayor porción del intestino y reduciendo algunos efectos secundarios como los gases.
Cada gramo de inulina proporciona 1,5 kcal, procedentes de los ácidos grasos de cadena corta liberados por las bacterias de la flora intestinal, siendo de éste modo mucho menos calórica que los carbohidratos convencionales que proporcionan 4 kcal por gramo.
La inulina puede presentarse en dos variedades, la denominada inulina nativa que presenta residuos de azúcares libres lo que le confiere un sabor ligeramente dulce y la inulina de alto rendimiento (HP) que solo contiene inulina de un grado de polimerización de más de 10 unidades de fructosa y a la que se le han retirado las moléculas más pequeñas. Suelen encontrarse también mezclas comerciales de inulina, oligofructosa y FOS como por ejemplo inulina enriquecida con FOS, o inulina HP enriquecida con Oligofructosa.
La inulina tiene sabor neutro, no modifica el sabor original de los alimentos, mejora la textura, la palatabilidad y la estabilidad de una gran variedad de alimentos. La inulina tiene una textura cremosa que se identifica con la de la grasa en la boca, por lo que suele utilizarse como sustitutivo de las grasas. La inulina se consume mayoritariamente en productos como la leche, yogur, pan, galletas y helados, creando así alimentos funcionales, que favorecen en un mejor estado de salud de los consumidores.
La inulina se encuentra de manera natural en productos vegetales, principalmente en la achicoria, aunque también pueden encontrarse en alimentos como el ajo, cebolla, puerro, alcachofa, trigo e incluso en el plátano.
¿Para qué sirve?
Sistema digestivo y absorción de nutrientes.
La inulina presenta efecto prebiótico. Al no ser digerida en las parte altas del intestino, llega hasta el intestino grueso donde sirve de nutriente a las bacterias probióticas (principalmente Bifidobacterias y Lactobacilos), contribuyendo así al equilibrio de la flora intestinal, incrementando la biomasa bacteriana y mejorando el tránsito intestinal.
Las bacterias beneficiosas como las Bifidobacterias y Lactobacilos producen de forma natural unas sustancias similares a los antibióticos, que contribuyen a reducir el crecimiento de bacterias patógenas como E.coli o Salmonella.
Los ácidos grasos de cadena corta como el ácido acético, propiónico y especialmente el butírico, sirven como fuente de energía para las células del colon, estimulando su salud y reduciendo el crecimiento de las células tumorales.
La reducción del pH como consecuencia de la producción de ácidos orgánicos mejora la absorción de nutrientes como el calcio y el magnesio. La absorción del calcio se ve mejorada especialmente con el consumo de inulina HP enriquecida con oligofructosa. La mejor absorción de los nutrientes ayuda a prevenir la aparición de la osteoporosis. Concretamente, un estudio mostró que la ingestión de una mezcla compuesta por calcio, vitamina D, inulina e isoflavonas de soja, mejoró la absorción intestinal de calcio y el metabolismo óseo en mujeres post-menopáusicas.
La inulina actúa como fibra dietética, contribuyendo a mantener el tránsito intestinal normal y ayudando a modular la absorción de la glucosa y grasa. La inulina interactúa con los ácidos biliares ayudando a reducir la concentración de colesterol LDL.
Sistema cardiovascular.
La inulina también puede reducir el riesgo de sufrir ateroesclerosis asociada especialmente con la resistencia a la insulina y la dislipemia en personas con hipertrigliceridemia previa, mientras que los niveles de lípidos plasmáticos no se ven modificados en personas sanas.
Igualmente, se ha visto, que el aumento en la ingesta de 3 gramos de inulina procedente de una galleta enriquecida, reduce los niveles de colesterol LDL en pacientes obesos. Tras un ensayo clínico aleatorizado doble ciego se aprecia que un aumento de 2 gramos por día de inulina, 3.1 gramos por día de FOS y 3.2 gramos por día del ácido alfa linolénico (ALA), a través de la ingesta dietética de una galletas enriquecida, se aprecia una mejora de colesterol total, colesterol LDL y aumenta los niveles de vitamina C en hombres obesos.
Peso corporal.
El consumo de fibra se ha relacionado con una mayor pérdida de peso corporal. En el caso de la inulina no hay muchos estudios que analicen concretamente su efecto sobre el peso corporal, aunque en algunos de ellos si se ha observado que el consumo de inulina reduce la ganancia de peso corporal en comparación con las personas que no consumieron inulina.
Estudios recientes han observado que el consumo de un complemento combinado de inulina y oligofructosa al 50% redujo la masa grasa, aunque no se conocen los mecanismos exactos, los investigadores piensan que los cambios en la flora intestinal pudieron modificar metabolitos implicados en la obesidad o la diabetes.
Otras aplicaciones.
Parece ser que la inulina podría reducir el riesgo de cáncer intestinal y modular la expresión de células tumorales de colon, se cree que por la acción combinada de los subproductos de la fermentación bacteriana (ácidos grasos de cadena corta) y de la disminución de las enzimas implicadas en el desarrollo del cáncer.
Existen otros campos de investigación abiertos como la resistencia a las infecciones intestinales, reducción de las enfermedades inflamatorias intestinales, etc.
Aplicaciones
Adición de fibra a los alimentos.
La inulina no altera el sabor de los alimentos, es muy empleada para incrementar el contenido en fibra de multitud de alimentos y bebidas, aunque no puede utilizarse en alimentos ácidos.
Sustitutivo de grasas.
Debido a su capacidad para modificar la textura y su sensación en boca similar a la grasa es empleada para reducir el contenido de grasa de los alimentos. La inulina es muy utilizada en la producción de productos light o bajos en calorías como mahonesas, quesos, productos lácteos, embutidos, etc. También se emplea para modificar la textura e incrementar la cremosidad de alimentos como helados o margarinas. Para esta función suele emplearse la inulina HP.
Sustitutivo de azúcar.
Algunos tipos de fructanos proporcionan sabor dulce (30-50% de poder edulcorante de la sacarosa), aunque son principalmente los fructanos de menor tamaño como la oligofructosa y los FOS. Aunque la inulina sin purificar también proporciona un ligero sabor dulce, cuando se pretende utilizar inulina como edulcorante se procede a su hidrólisis hasta oligofructosa.
Dosis
La dosis mínima para conseguir efectos es 2,5 g al día. Numerosos ensayos confirman que sólo se necesitan entre 5 y 8 gramos diarios de inulina para obtener efectos saludables a partir de los primeros 15-20 días del consumo de inulina y que esos efectos se mantienen consumiendo al menos 4 gramos al día. Si se cesa el consumo de inulina, los efectos beneficiosos sobre la flora bacteriana van disminuyendo transcurridas dos semanas.
La recomendación del consumo de fructanos, inulina y oligofructosa en Europa es de 3-11 gramos al día.
Precauciones
El consumo de inulina se considera seguro en general, y tanto la inulina como sus derivados son considerados ingredientes GRAS por la FDA (Generalmente reconocido como seguro). Sin embargo cantidades superiores a 30 gramos diarios suelen generar molestias gastrointestinales como diarrea o gases. Por esta razón la dosis de inulina suelen limitarse a 10 gramos en dosis simples, y de hasta 20 gramos/día en dosis múltiples de producto.
Equipo de especialistas en nutrición y dietética de Nutritienda.com
Nuestro equipo de expertos titulados en nutrición y dietética por universidades como la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Rey Juan Carlos y la Universidad de Zaragoza, plasman su know how en este blog. Todos ellos coinciden en su vocación por la divulgación de los secretos del mundo de la nutrición.
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