El cloro puede encontrarse en forma de cloro molecular (CL2) o en forma de iones cloruro (Cl–) para combinarse con otros átomos de carga positiva como por ejemplo el cloruro de sodio o el cloruro de potasio. En el cuerpo humano el cloro se encuentra en forma de iones cloruro aunque en el etiquetado de alimentos se denomine indiferentemente como cloro o cloruro ya que los cloruros son fuentes de cloro.
Los iones cloruro son los electrolitos más abundantes del líquido extracelular y representan ? de la carga negativa de la sangre. Los niveles más elevados de cloruro se encuentran en el líquido cefalorraquídeo; además, puede hallarse en la bilis y en los jugos gástricos y pancreáticos, así como en la sangre, la piel y los dientes. Incluso los leucocitos o los glóbulos blancos de la sangre necesitan cloro para poder combatir las infecciones.
Se estima que los valores “normales” de cloruro en los diferentes compartimentos corporales, son los siguientes:
Suero o plasma: 96 – 106 mmol/l
LCR: 95 – 110 mmol/l
Orina: 110 – 250 mmol/24h
Sudor: Hasta 60 mmol/l
Intracelular: 4 mEq/L
El cloruro se transporta de un lado a otro de la membrana celular del mismo modo que el sodio y el potasio. Debido a que el balance de cloro está asociado con el balance del sodio, los niveles de ambos electrolitos usualmente varían de manera directamente proporcional.
La combinación del ion cloruro con estos cationes (iones cargados positivamente) forman cloruro de sodio (Na+), ácido clorhídrico (H+), cloruro de potasio (K+) o cloruro de cromo (CR+), entre otras moléculas de importancia.
Los cloruros juegan un papel esencial en el equilibrio electrolítico (mantenimiento de los fluidos corporales) y en el pH de los jugos gástricos. Los jugos gástricos contienen una disolución de cloruros y manteniendo una concentración de ácido clorhídrico (HCl) indispensable para que se realice la digestión.
El cloro en su forma iónica (cloruro) se almacena en los tejidos subcutáneos y en el esqueleto, y su presencia no es perjudicial para la salud. Se excretan mediante el sudor, orina y heces; y por tanto, es importante su reposición mediante la ingesta, especialmente cuando su eliminación se encuentra incrementada como es el caso de personas deportistas (sudoración) o si se sufren vómitos o diarrea.
La mejor manera de ingerir iones cloruro es mediante el agua y la sal común, pero no hay que abusar de ella debido a que además de cloro contiene sodio y un exceso sodio tiene efectos perjudiciales para la salud.
También contienen una cantidad importante de cloro alimentos como la carne, la leche, los huevos, las algas marinas, el centeno, las frutas, los vegetales y alimentos salados como las aceitunas, carnes procesadas y vegetales enlatados.
Generalmente se consume más cloruro del necesario, en gran parte debido al elevado consumo de sal y alimentos procesados de la dieta contemporánea. La sal baja en sodio contiene cloruro de potasio, por lo que a pesar de tener un contenido menor en sodio continúa proporcionando cloro.
¿Para qué sirve?
El consumo de cloruros contribuye a mantener las funciones del cloro como la producción de ácido clorhídrico en los jugos gástricos o mantenimiento del equilibrio electrolítico.
Actividad física y deporte.
Los cloruros juegan un papel esencial en el mantenimiento de los fluidos corporales. Las deficiencias de cloruro, pueden potenciar la pérdida de líquidos a través del sudor, orina o heces. Aunque esto es importante para todos los individuos, es de especial relevancia para deportistas de resistencia, que deben ingerir los suficientes electrolitos, entre ellos el cloruro, antes, durante y después de su entrenamiento o competición.
Durante el ejercicio, se produce pérdida de agua y electrolitos en su mayoría a través de la sudoración. El desajuste de la ingesta de líquidos y la pérdida de los mismos, puede conducir a un déficit de agua corporal. La ingesta de alimentos y bebidas con electrolitos como el cloruro durante el ejercicio puede mejorar el rendimiento deportivo y contribuir a mantener la homeostasis corporal.
Se ha considerado que las disminuciones en el rendimiento se hacen evidentes cuando la deshidratación supera el 2% del peso corporal, la disminución del rendimiento va a ser importante cuando las pérdidas de líquido excedan del 5% del peso corporal y si las pérdidas de líquido se acercan al 6-10% del peso corporal pueden llegar a producir derrame cerebral y agotamiento debido al calor, convirtiéndose en un peligro para la vida.
Hay que destacar que además es el cloruro, el principal electrolito encargado de producir la sensación de sed, por lo que su ingesta va a ayudar a incrementar el consumo de agua evitando la deshidratación.
Las pérdidas de agua o deshidratación son especialmente negativas, ya que el agua es el medio de disolución de todos los líquidos corporales, permite el transporte de sustancias nutritivas y la excreción de sustancias de desecho. El agua interviene en el mantenimiento celular, participa en las reacciones químicas e interviene en los procesos digestivos. Actúa como termorregulador, permite la adaptación a diferentes climas y se encarga de lubricar las articulaciones, mucosas y otros tejidos.
Dosis
El Requerimiento Medio Estimado de cloro para personas adultas rondan los 750 mg de cloruro.
Precauciones
El consumo de cloro en forma de ion cloruro se considera en general seguro. Sin embargo el consumo elevado de cloruro como consecuencia de una elevada ingesta de sal común, puede generar efectos secundarios como consecuencia del alto contenido en sodio, fomentando la retención de líquidos, incrementando la presión arterial o forzando el sistema renal.
Equipo de especialistas en nutrición y dietética de Nutritienda.com
Nuestro equipo de expertos titulados en nutrición y dietética por universidades como la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Rey Juan Carlos y la Universidad de Zaragoza, plasman su know how en este blog. Todos ellos coinciden en su vocación por la divulgación de los secretos del mundo de la nutrición.
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